10. EL CAPUCHINO.

10. El Capuchino.

El Gerente de la empresa de transportes GBD, señor Gerardo Villarreal Duarte, me debía una plata por el transporte de Carbón, ellos tenían la oficina en Santa Marta, las cuentas presentaron incosistencia razón por la cuál me exigieron ir o mandar a un representante para hacer una conciliación.

Yo no podía asistir por mis ocupaciones, entonces decidí enviar a Minguito.

El señor Gerardo era muy refinado, elegante, decente, todo un caballero, de manera que le di unas instrucciones de comportamiento a Minguito con el fin de que en esa cita se portara a la altura y no fuera a terminar de dañar la relación comercial.

Le dije, si te llevan a algún sitio pides lo mismo que pida el señor Gerardo, no hables duro, escucha lo que el te va a decir, no lo contradigas y me traes los soportes de las cuentas a ver qué hacemos, pórtate bien.

Minguito me dijo que lo dejara ser él, que él con esas recomendaciones de comportamiento se iba era a enredar, le repetí lo mismo y le dije haz lo mismo que él haga.

Llegó el día de la cita y Minguito se fue a Santa Marta, el señor Gerardo se lo llevó a un Juan Valdés, se quitó el saco, quedó con una camisa blanca reluciente, se sentó y pidió un capuchino, Minguito también se sentó y pidió otro capuchino, hasta ese momento Minguito se estaba comportando a la altura, había empatía.

Ya con el capuchino caliente en la mesa, el señor Gerardo se acomodó para hablar con Minguito y se cruzó de piernas, Minguito al ver que el señor Gerardo se cruzó de piernas quiso hacer lo mismo y cuando levantó el pies para cruzarlo le pegó a la mesa, el zapatazo fue tan fuerte que derramó los capuchinos, uno de ellos le cayó encima al señor Gerardo, empapó media camisa blanca, echaba humo, Minguito se levantó brioso con una servilleta para tratar de limpiar el desastre pero el señor Gerardo brincó por el calor dando gritos, no se dejó limpiar de Minguito y se fue.

Hasta ahí llegó la reunión.

Nunca me pagaron el saldo.

Jö.