14. EL SOL MUERE AQUÍ.
14. EL SOL MUERE AQUÍ.
Cuando el papá de Minguito fallece, el queda en posesión de la casa del viejo y me pide que le colabore para que la coloquen a su nombre, me dijo que él era el único heredero del viejo Mañito Daza.
Para ese trámite se necesitaba un abogado que hiciera la sucesión y me recomendaron uno en Valledupar de apellido Rodríguez, lo contacté y me colocó la cita para las 2 de la tarde.
La oficina del abogado quedaba por los lados de la gobernación, estaba ubicada en un cuarto piso, llegamos puntuales, el recepcionista autorizó la entrada y tocó subir los cuatro pisos por las escaleras ya que el edificio era de los viejos y no tenía ascensor.
Lógicamente que en Valledupar a las 2 pm la temperatura está bien alta y después de subir los cuatro pisos con afán por que él quería hablar con el abogado era ya, llegamos agitados y sudando.
El abogado Rodríguez muy gentil nos recibió en la puerta, nos mandó a seguir y nos brindó agua fría y asiento, la oficina no tenía aire acondicionado pero estaba con las ventanas abiertas.
Ya sentados en la oficina, Minguito por el calor que hacía se abre los botones de la camisa y mientras yo le expongo el caso al abogado Rodríguez él se abanicaba con un pedazo de periódico que cargaba.
En plena conversación con el abogado Minguito me interrumpe y dice:
“OIGA SEÑOR ABOGADO RODRÍGUEZ”
“AQUÍ, EN ESTA OFICINA SI HACE CALOR”
A lo que el abogado le responde, como queriendo justificar la cosa:
“SI SEÑOR MINGO”
“EL AIRE SE ME DAÑO”
“ESTA OFICINA ES MUY CALIENTE”
“POR QUÉ EL SOL MUERE POR AQUÍ”
A lo que Minguito le respondió enseguida:
“¿MUERE?”
“SERÁ QUE EL SOL VIVE AQUÍ”
“PORQUE ESTO ES UN HORNO”
Y caminado hacia la puerta, ya para salir y mirándome termina diciendo:
“Y YO ME VOY DE AQUÍ”
“USTED TIENE QUE SER FAMILIA DEL NEGRO RODRIGUEZ”
“MI CASO NO SE LO VOY A DAR A USTED”
“DESPUÉS SE QUEDAN CON MI CASA”
Fin.
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