18. UNA POR UNA.
18. UNA POR UNA.
Estando en la ejecución de un contrato en el Municipio de Ayapel Córdoba, Minguito como mi hombre de confianza estaba a cargo del control de los materiales de la obra, era el almacenista.
Dentro de sus funciones estaba la de recibir las solicitudes de materiales que le hacia el maestro de la obra que estaba encargado de la ejecución del contrato, Minguito hacia el pedido a la ferretería y la ferretería mandaba el pedido hasta la bodega de almacenamiento de la obra.
Minguito controlaba la llegada de los materiales, hacia personalmente la entrega de los materiales al maestro y supervisaba su utilización, de manera que no había riesgo de pérdida o mal uso porque siempre estaba en vigilancia, anotando entradas y salidas, vivía pendiente de todo.
El maestro necesitaba para avanzar en la obra 300 varillas de un ¼, cada una con seis metros de largo, le hace el pedido por escrito a Minguito y este lo pasa directamente a la ferretería.
La ferretería atendiendo el pedido les despacha las 300 varillas para la obra, tenían que entregarla en la bodega.
El representante de la ferretería llega a la bodega con las 300 varillas de ¼, estas varillas vienen amarradas con alambre negro en paquetes de 50 unidades, Minguito lo recibe y le dice:
“COLÓQUELAS AHÍ, OYÓ”
Señalando el lado izquierdo de la bodega.
El representante de la ferretería con su ayudante bajan el primer paquete de 50 varillas amarrado con alambre y lo deja caer en el piso, gritando:
“AHÍ VA EL PRIMER PAQUETE DE VARILLAS”
“VIENES DE 50 CADA UNO”
Seguidamente salen por otro paquete de varillas y lo dejan caer al suelo diciendo:
“AHÍ VA EL SEGUNDO PAQUETE DE VARILLAS”
“VAN 100”
Salen nuevamente por otro paquete, lo sueltan y dicen:
“AHÍ VA EL TERCER PAQUETE DE VARILLAS”
“VAN 150”
Así siguieron los ayudantes de la ferretería hasta que bajaron el último paquete de 50 varillas para completar el pedido que eran de 300 varillas, lo soltaron en el suelo y gritaron:
“ESTE ES EL ÚLTIMO”
“AHÍ ESTÁN LAS 300 VARILLAS”
Y le dicen a Minguito:
“FIRME AQUÍ LA CONSTANCIA DEL RECIBIDO DE LAS 300 VARILLAS”
A lo que Minguito les contesta:
“NO SEÑOR”
“ESO NO ES ASÍ”
“AQUÍ TIENE QUE ENTREGARME LAS VARILLAS ES UNA POR UNA”
“ASÍ QUE DESAMARREN CADA PAQUETE Y VAMOS A CONTARLAS”
“PARA VER SI ES VERDAD QUE ESTÁN LAS 300 VARILLAS”
Los ayudantes no tuvieron más remedio que cortar los alambres que amarraban cada paquete de 50 varillas y empezar el conteo.
Para sorpresa de los ayudantes en uno de los paquetes falto una varilla, solo llegaron en ese paquete 49 varillas y no 50 varillas como habían dicho, a lo que Minguito les dijo:
“USTEDES SON UNAS RATAS”
“SE ROBARON UNA VARILLA EN EL CAMINO”·
“ASÍ QUE ME LA BUSCAN”
“SI QUIEREN QUE LES FIRME EL RECIBIDO”
“Y ESTAS QUE ESTÁN EN EL SUELO DE AQUÍ NO SALEN”
Les toco a los encargados de la entrega ir hasta la ferretería por la varilla faltante y cumplir con la totalidad de las varillas para que Minguito le firmara la constancia del recibido.
El encargado termino cumpliendo con la entrega de las 300 varillas pero para Minguito quedo siendo una “rata”.
Tanta era la desconfianza que le cogió Minguito al ayudante de la ferretería, que al día siguiente Minguito le hizo un pedido de 10 cajas de clavos de 4 pulgadas, el encargado de la ferretería llega a la bodega a entregar el pedido, le entrega las 10 cajas a Minguito y le pide que le firme el recibido, a lo que Minguito le dice,
“NO SEÑOR”
“ESO NO ES ASÍ”
“AQUÍ TIENE QUE ENTREGARME LOS CLAVOS UNO POR UNO”
El encargado de la entrega le toco vaciar cada caja y contar clavo por clavo para que Minguito le firmara el recibido a satisfacción.
Fin.
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