26. LA CURVA.

26. LA CURVA.

Minguito salió para Valledupar como acompañante de Uchi Olivella en una camioneta Ford de platón, como siempre ocupaba el puesto de copiloto, el motivo del viaje era hacer unas diligencias bancarias pero terminaron tomando trago en Valledupar con unos amigos.

Ya de regreso para Villanueva Uchi Olivella, en tragos, venía manejando a gran velocidad la camioneta, haciendo alardes de su pericia como conductor, hacia zigzag de cuneta a cuneta y Minguito no muy gustoso con esa maromas se coloca el cinturón de seguridad y se aferra al piso con las piernas como si estuviera frenando, se agarra con la mano izquierda de la guantera y con la derecha del pasa manos de la puerta, y en voz alta le reprochaba a Uchi su forma de conducir y le pide que maneje con cuidado.

Uchi en vez de manejar con cuidado lo que hacía era hacer más maromas con el carro para impresionar a Minguito, así recorrieron desde Valledupar hasta que llegaron a la curva del mosquito, una curva cerrada que queda entre los  municipios de la Jagua del Pilar y Urumita, y ya entrando a la curva Uchi le dice a Minguito:

“MINGUITO, MIRA CÓMO VOY A MARCAR ESTA CURVA”

A gran velocidad Uchi entra a la curva, las llantas del carro comienzan a chillar cada vez más fuerte, la camioneta empieza a perder el equilibrio y se sale de la carretera hasta estrellarse, dieron “cuatro vueltas de carnera” con la camioneta según el decir de Minguito, quedaron en la mitad del potrero de la finca aledaña a la curva.

Uchi y Minguito resultaron con heridas leves pero bañados en sangre, adoloridos, Minguito observa a Uchi todavía en el interior de la camioneta y viéndolo fijamente a los ojos le dice:

“AJO UCHI, QUE CURVA”

“QUE CURVA”